Guerra de Veneno #5

Guerra de Veneno #5: Lo que faltaba

Guerra de Veneno #5«Un hombre fuera de su tiempo llega al momento que ha esperado toda una vida«

 

Me he tenido que releer unas tres o cuatro veces lo que ocurre en esta última entrega de Guerra de Veneno para tratar de entender qué es lo que ocurre. No tanto por el girito final para que los buenos sigan prevaleciendo y nos despidamos de una vez por todas de Meridius (hasta que alguien lo rescate, que ya sabemos cómo van las cosas con esta editorial). Sino por las consecuencias derivadas para Dylan, Eddie y para el propio simbionte Veneno. Me deja el culo torcido que Al Ewing vaya a continuar al frente de Veneno después del desastre de este evento, pero igual el salto a un nuevo (y ya veremos si interesante) statu quo ayuda a que el genial guionista del Inmortal Hulk vuelva a disfrutar de algo de independencia a la hora de escribir sus guiones.

 

Y es que esta Guerra de Veneno ha estado plagada de giros fáciles, peleas insustanciales e innecesarias y momentos absurdos. Comenzando por el hecho de que se citen en un estadio dos bandos de simbiontes heroicos para darse de leches mientras más allá de las puertas del recinto un verdadero apocalipsis simbionte se comienza a desarrollar (me resulta curioso, por cierto, que ningún dios de negro lo note). Siguiendo por la batalla de fusiones y terminando por la reaparición de un Dylan del futuro que no es más que la excusa para que esta historia dé el giro necesario en el momento oportuno, pero que no ha tenido ni una sola aparición de relevancia más. Esta versión simbiótica de Cable simplemente aparece, hace lo suyo en este número y desaparece dando por buena la lógica de viajes en el tiempo de Regreso al Futuro.

 

«Pero nunca hay tiempo suficiente«

 

¿Y ahora qué? Bueno, pues tenemos a un nuevo Veneno a punto de aparecer (ya veremos cómo y con qué consecuencias) y a un Eddie Brock a punto de tomar una decisión que lo va a llevar por un camino que ninguno nos podíamos haber imaginado (y que lo más seguro es que acabe mal, muy mal). Así que un par de novedades interesantes que pueden ser tan magníficas como terribles. De Veneno, como ya he dicho, se encargará el propio Ewing y lo veremos este mismo mes de julio en nuestras librerías en el formato de cuatro grapas en una del que tanto está tirando Panini desde que se ha hecho cargo de las dos grandes editoriales de cómics estadounidenses en nuestro país. Matanza, por su parte, volverá en agosto de la mano de nada menos que Charles Soule y puede que la apuesta sea de corta duración, pero alto interés.

 

Guerra de Veneno #5

Guerra de Veneno #5

 

De toda esta etapa que ahora termina me quedaré con la evolución de Dylan, un más que digno portador de Veneno, y con algunos de los compases iniciales de la locura que fue el jardín de los múltiples Eddies. Sigo creyendo que la aparición de Matanza lo echó todo a perder y que desde ahí Ewing no ha hecho otra cosa que tratar de reparar los agujeros que le iban apareciendo al guión que con tanto mimo comenzó a tejer allá por 2022 (fecha de publicación de España). También es verdad que por el camino ha perdido el apoyo que le brindaba Ram V y que tanta falta le hacía a un guionista que hoy por hoy es de los indispensables de la Casa de las Ideas. En fin, veamos hacia dónde nos conduce este soft reset del mundo simbionte, ya sin reyes de negro ni mentes colmena que cuidar.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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